¿Te imaginabas llegar hasta la última instancia de GH 2011?
Desde un principio no me lo imaginaba. Cuando volví a entrar pensé que iba a durar un tiempo y bueno, ya cuando entra en la final ahí caes.
Cuando entraste por segunda vez a la casa, ¿volviste con otra actitud para tratar de no tener peleas con tus compañeros?
Sí, la verdad que entré con un perfil más bajo, más tranquilo. Me di cuenta que mejoré mucho mi situación en la cabeza con lo que era el programa. Antes no valoraba tanto al programa y después entre queriéndolo mucho más de lo que fue al principio. Eso me ayudó mucho y me dio tranquilidad.
¿Cómo quedaron las cosas con Cristian?
Nos cruzamos muy poco. Nos saludamos bien, pero no es que yo voy a la habitación de él ni él viene a la mía, estamos haciendo cada uno muy la suya. Es diferente a la primera vez que salimos que tal vez nos juntábamos más pero es porque estamos con poco tiempo también. Con los demás chicos quedó todo bien, como que cada uno está viviendo la suya.
¿Qué sentiste cuando en la final el público comenzó a corear tu nombre cuando salió Cristian?
Para mí fue increíble. En ese momento pensé: ¿Gané yo o ganó Cristian? A mí me dio felicidad, yo no sabía que había pasado lo que dijo Mary.
¿Qué te dice la gente en la calle?
Me sorprende, es muy fuerte. Todo el mundo me dice que tenía que haber ganado, es como que la gente está 500 veces más en contra de Cristian de lo que estoy yo porque no tengo ninguna bronca con él. Es como que la gente pasó de amar a Cristian a odiarlo. Me dicen que tendría que haber ganado, como si fuera algo contra él.
¿Te reencontraste con Kimba?
Kimba está en una guardería y me la están cuidando. Obviamente que en poco tiempo va a estar al lado mío.

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