Resistiré fue una telenovela de ruptura, y Lalola también en su género. Nancy Dupláa grabó el piloto y después dijo que no. El barco se lo tomó Carla Peterson y su vida cambió. Aceptó ser “la segunda opción” aquí y en Los exitosos Pells. Fue humilde y el premio es la titularidad en Un año para recordar. A veces olfato, a veces una corazonada, otras, la intuición, y en otras, un estudio de campo artístico o económico. Son estos algunos de los móviles que utilizan las figuras de la tele para decirle que sí o que no a un proyecto. Fueron estos los motivos que la llevaron a Dupláa a desechar Lalola, y a Peterson a aceptar su herencia.
Para la segunda significó la mejor decisión, y para Dupláa tal vez signifique hoy el haber dejado ir un proyecto innovador en trama, artística y estética. Peterson venía de ser segunda en Sos mi vida, y no le pesó el mote de “reemplazante”. Tuvo tacto, aprovechó la oportunidad y, a partir de esta experiencia, ya no podrá ser bajada del pedestal de protagonista.
No obstante, con la gloria de haberse quedado hasta con un Martín Fierro de Oro y con una lluvia de buenas críticas sobrevolando su nombre, la actriz volvió a decirle que sí a otro proyecto que también la tuvo como segunda opción: Los exitosos Pells.
Como Dupláa, aquí Érica Rivas grabó el piloto, pero luego se desvinculó de la historia, y Peterson fue nuevamente llamada a cubrir el hueco vacante. Aceptó, tuvo humildad, no le pesó la repetición del cuento, y grafitó por segunda vez consecutiva un modo de manejarse en el medio que abunda poco.
Underground le entregó otra vez un proyecto que no había sido concebido para ella, y ella lo tomó sin recelo, a sabiendas de que otra vez iría a funcionar, de que otra vez estaba ganando con su decisión.
Su capacidad para “salir al toro” sin recelos, su desempeño y su decisión para decir que sí, la convirtieron en la actriz fetiche de la dupla Ortega-Culell, tanto que por primera vez en tres oportunidades, saldrá a la cancha como titular desde la primera vuelta.
Será la protagonista de Un año para recordar, un proyecto que parece haber sido armado en torno en su figura, y que tendrá la difícil tarea de allanar la cancha embarrada de Telefe tras el mal paso de Caín & Abel.
No le pesará este desafío, como no le pesó ser segunda. Será para ella la tercera, y también la vencida; la primera vez que estará al mando de un proyecto de Underground desde el minuto cero.

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