Cuando faltaban 5 minutos para el mediodía del jueves 31 de marzo de 2011, Luisana Lopilato y Michael Bublé arribaron en una camioneta con vidrios polarizados al Registro Civil de la calle Uruguay. Fue su último viaje como novios. El siguiente, ya sería como marido y mujer.
Sin hacer declaraciones a la gran cantidad de periodistas ni saludar a los fanáticos apostados en la puerta del lugar, la pareja ingresó al edificio público para dar el sí. Luisana usó un vestido corto -arriba de las rodillas- color lavanda, muy sencillo de Sylvie Burstin, y zapatos plateados de Lonté. Llevó el pelo suelto. Mientras que Bublé lució un traje gris oscuro con una corbata plateada y angosta, muy a la moda. Además de los familiares de los novios, estuvieron presentes Benjamín Rojas y Christian Sancho.
A las 12 en punto comenzó la ceremonia y la actriz se mostró muy emocionada, al borde de las lágrimas. Diez minutos después, el juez los declaró marido y mujer.
A las 12.40, en medio de un gran operativo de seguridad, la pareja salió del Registro Civil para saludar a los presentes y mostrar la preciada libreta roja. Se dieron un apasionado beso y Luisana tiró el ramo. Luego de cinco minutos de arroz, saludos y alegría, se subieron al auto y se perdieron entre paparazzi y curiosos, rumbo a una estancia en Nordelta, donde los flamantes esposos celebrarán junto a familiares y amigos en un íntimo festejo previo a la gran fiesta del sábado, en el mismo lugar.