La atmósfera de expectativa que mantiene sumida a Inglaterra por estos días a raíz de la Boda Real, también deja una cuota de tensión librada a aquellos encargados de velar por la seguridad.
La magnitud del evento podría incitar a acciones terroristas suscitadas con fines publicitarios y/o “conmemorativos”, y son los grupos escindidos del grupo terrorista irlandés IRA los principales sospechosos.
Por un lado, el Domingo de Pascuas se cumplió el 95 aniversario del levantamiento de Pascua en Dublín. Por esta razón, se temía un atentado “conmemorativo”, que afortunadamente no ocurrió.
Pero las fuerzas de seguridad se mantienen alertas, dada la proximidad del gran evento real, ante la posibilidad de que estos grupos aprovechen la boda para causar un mayor impacto.
El estado de alerta se debe al reciente hallazgo de depósitos de armas y explosivos pertenecientes a las facciones disidentes del IRA, localizados por la Policía de las dos Irlandas.
Esto se suma a la detención de tres hombres en la frontera el pasado viernes, con armas y material para fabricar explosivos. Según la policía, podría tener relación con el asesinato de un joven católico asesinado en Omagh el pasado 2 de abril.
El mismo acababa de incorporarse a la Policía de Irlanda del Norte cuando fue hallado muerto en su coche a causa de una bomba que, según trascendió, estaría fabricada con un explosivo utilizado por el IRA y el explosivo Semtex, que Libia entregó al grupo terrorista.
Según fuentes londinenses, la actividad de los disidentes “ha aumentado mucho durante los últimos 18 meses”, pero no “su capacidad letal”.
“A la lista de pequeños grupos que operan contra la deriva del proceso de paz –IRA de la Continuidad, IRA Auténtico y otro con el nombre en gaélico del IRA– se ha añadido uno que reivindica el uso de la sigla original”, explican. (Agencia)

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