Mientras Telefe promociona el estreno de El hombre de tu vida para este mes, Guillermo Francella, su protagonista, habla del proyecto, de cómo está involucrado, de su relación con el rating y de la posibilidad de seguir mostrando otra cosa.
¿En qué instancia está El hombre de tu vida?
Tenemos seis capítulos grabados y más que televisión estamos haciendo cine porque son peliculitas semanales por el tipo de trabajo que se hace, por las cámaras que se utilizan, que son de alta definición, pero no como el HD que hoy se está viendo, sino más cine puro. Se utilizan las mismas cámaras que se usaron en El secreto de sus ojos, que generan una textura totalmente distinta a lo que se ve y todo tiene un perfume diferente. Estamos muy contentos, nos divierte, hay una idea muy interesante, los libros son fantásticos y estamos orgullosos del programa que estamos haciendo.
¿Van a salir al aire en el prime time del domingo?
No lo sabemos aún porque estamos esperando la opinión de Tomás Yankelevich, que presenció los dos primeros programas en privado y le gustó mucho lo que vió, y es una persona muy abierta con la que tenemos muchas charlas para establecer qué es lo mejor para el programa. Hay que encontrar el nicho porque es muy interesante para ver y amerita que la gente no se lo pierda y disfrute de algo diferente porque, si bien se hace muy buena televisión en la Argentina, estas características no son muy vistas y queremos que tenga convocatoria.
Campanella te definió como una especie de “productor” o “cabeza” de proyecto ¿por qué?
No soy productor, pero con Juan hablo todos los días, intercambio opiniones, hace más de treinta años que trabajo en tele y participo y me meto, es más fuerte que yo. Pero creo que nadie tiene la bola de cristal para saber qué horario es el adecuado, pero yo trato de estar muy al tanto de cada cosa que pasa en los canales, de cada programa nuevo que empieza, de las mediciones que hay, de los riesgos que se corren por ir en determinados momentos, etc.
Sos de los pocos actores que reconoce que se inmiscuye y le interesa el rating…
Yo creo que es cuento de los actores decir que no les importa el rating, mienten, y no les creo porque lo que más importa es el rating, no hay otra cosa en televisión. Y en este caso, yo creo que estamos haciendo “el programa”, y no puedo decir “que no lo vea nadie o que lo vean pocas personas”, eso sería mentiroso de mi parte porque lo que más deseás es que te vaya bien. Cuando vos creés que estás haciendo un programa hermoso, convocante, lo que más querés es que lo acompañe el encendido, y si no, es una mentira grande como una casa para los que vivimos de esta profesión.
¿Qué te sedujo de este personaje para volver al ruedo tras cinco años?
Lo fundamental fue Juan Campanella porque me gustó mucho trabajar con él en El secreto de sus ojos, y sé la dimensión que tiene como director. Y segundo, cuando me contó la idea, me fascinó. Hugo Bermúdez es un personaje tan querible, tan inestable emocionalmente, con tantos problemas que no puede resolver, y un hombre de mi edad que se queda sin trabajo con la responsabilidad de un hijo y acepta un trabajo que no le interesa como tal (en una agencia de solos y solas) y no puede creer lo que está haciendo y no le queda alternativa..
¿Creés que Campanella descubrió en vos otro tipo de actor?
No creo que haya sacado otro actor sino que confió en mí y me dio la oportunidad de mostrar otra cosa que ya venía conmigo. Sabía que gozaba del respeto de muchos directores, pero no me convocaban. Comencé a mostrar esta faceta en Rudy y Cursi, y luego tomó una dimensión gigantesca con El secreto de sus ojos y con la participación en Vidas robadas y Los Marziano. Y hoy gozo de este momento, preparando El hombre de tu vida, que es una comedia romántica, de sensaciones, situaciones, donde la palabra genera emoción en las relaciones humanas con su hijo, su prima, el cura amigo, y en especial, con las mujeres.

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