la rubia se mudó a un complejo de Núñez.
El verano 2010 fue el inicio de una relación que parecía tener larga vida, como la que empezaban el actor y galán Luciano Castro junto a la modelo Sabrina Rojas, en ese momento compañeros en la obra “Valientes”.
A partir de marzo, comenzaron su noviazgo y, cuatro meses después, probaron con la convivencia. Duraron un año compartiendo el mismo techo, hasta que algo se rompió y se produjo un distanciamiento.
El motivo de ello fueron los celos por parte de la mendocina hacia la nueva compañera de trabajo de su novio: la actriz Romina Gaetani.
La nueva ficción del Trece, “Herederos de una venganza”, fue el disparador del definitivo quiebre entre la pareja. La afinidad entre Castro y Gaetani fue tanta que la rubia decidió volverse a Mendoza.
Tiempo después, luego de varios juramentos y promesas del galán, volvió junto al ex Valiente. Se mudaron a Martínez y probaron nuevamente.
Pero esos celos jamás desaparecieron y la relación se tornó insostenible desde todo punto de vista. A pesar de la terapia de pareja, se separaron.
Desde ese momento, el morocho se sintió liberado y comenzó a mirar con otros ojos a su compañera de elenco. El amor fue correspondido y, hoy en día, se encuentran juntos, sin esconderse de los flashes. Otro caso más en el que la realidad supera a la ficción…

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