El cordobés David Nalbandian fue descalificado esta mañana en la final del torneo de césped de Queen's, Inglaterra, y el título quedó en manos del croata Marin Cilic. El unquillense, número 39 del mundo, se enojó tras perder un punto en el octavo game del segundo set y le pegó un puntapié al cajón de un juez de línea, que tras romperse, provocó un corte en la pierna derecha del colegiado.

Antes de esa escena, Nalbandian había arrojado con vehemencia dos veces su raqueta, la segunda de las cuáles casi termina en la tribuna.

Pese a que el argentino se había adjudicado la primera manga en el tie break por 7-6(3), perdió el rumbo y terminó siendo descalificado cuando caía 4-3 en el segundo set a manos de Cilic (25), tras una hora y 26 minutos de juego.

El argentino jugaba su primera final luego de 17 meses y buscaba en Londres su decimosegundo título, el primero en césped, tras caer en aquella recordada final de Wimbledon 2002 ante el australiano Lleyton Hewitt. Así, el último argentino en lograr un campeonato sobre hierba sigue siendo Javier Frana, quien en 1995 se consagró en Nottingham ante el australiano Todd Woodbridge.

"Siento mucho haber hecho lo que hice. Estoy muy frustado por lo que pasó", declaró el tenista cordobés, pero ya era tarde. "Sentimos mucha presión porque jugamos muchos partidos en el circuito", se quejó. "El libro de reglas es muy grande, la ATP no escucha a los jugadores", expresó contra la organización del torneo.

En el torneo, Nalbandian demostró una muy buena adaptación al césped y se había instalado en la semifinal de Queen`s tras superar al canadiense Vasek Pospisil (103), al belga Ruben Bemelmans (131), al francés Edouard Roger Vasselin (67) y al belga Xavier Malisse (84), estos dos últimos el viernes en el mismo día. Ayer hizo lo propio con Dimitrov, considerado como futuro top ten y con una carrera en franco ascenso.
Con el nivel que está mostrando en este torneo, el cordobés de Unquillo recuperó la confianza y mejoró su imagen luego de la decepcionante caída que sufrió en la ronda inicial de Roland Garros, ante el rumano Adrian Ungur, un tenista de menor nivel

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